Cuando la relación empieza a deteriorarse y se piensa seriamente que no se aguanta más o no se ve salida, es el momento de plantearse la posibilidad de que alguien ajeno y profesional pueda echar una mano.
La terapia de pareja es cosa de dos y es uno el que da la voz de alarma y el otro tiene que estar dispuesto a colaborar. En algunas ocasiones la terapia de pareja no es satisfactoria porque cuando se acude al profesional ya no hay solución.
En las relaciones de pareja se crea un vínculo entre dos personas que es el producto de la relación entre dos roles complementarios y que tiene unas características:
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compromiso limitado
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compromiso claro
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cierta distancia para analizar el comportamiento propio y el ajeno
En cambio, un vínculo defectuoso tiene las siguientes características:
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compromiso ilimitado o total
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falta de distancia para analizar y en cierta medida, la dependencia del otro.