¿sientes emociones que no puedes controlar?

¿lloras sin saber por qué?

¿tienes sensación de estar dentro de un pozo?

¿se te hace todo grande y pesado?

¿sientes punzadas en el pecho?

¿ahogo o falta de aire?

¿estas al borde de un precipicio?

¿pensamientos perturbadores que no puedes parar?

¿tienes conductas adictivas que te perturban?

¿sensaciones o dolores corporales que te preocupan?

Estos, y muchos más son los SÍNTOMAS por lo que las personas suelen solicitar ayuda a un profesional. Tienen la necesidad de entender qué les pasa, por qué les sucede y como pueden resolverlo.